jueves, 8 de marzo de 2012



 TRADICIÓN DE TUMBAS DE TIRO

El territorio  que actualmente conforma los estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Sinaloa y Michoacán se encuentra geográficamente integrado al área de estudio conocida como Mesoamérica, mas concretamente en la región de las culturas del occidente de México. Una de las particularidades de las sociedades precortesianas en el occidente de México es la presencia de la tradición de tumbas de tiro. Dicho territorio varía mucho de una región a otra, dentro de su espacio geográfico la naturaleza proveyó desde bosques, playas y selvas, hasta pantanos y desiertos. Estas variaciones en el medio también propiciaron que las comunidades que se desarrollaron en esta región le dieran un toque particular a cada aspecto de vida que abarcara su influencia regional; partiendo en todo caso, de una serie de características culturales que son propias y exclusivas de este pedacito de México que conocemos como el occidente, aunadas a las influencias de otras grandes culturas del centro del país.

TUMBA DE TIRO
Aproximadamente desde 1500 A.C. hasta 600 D.C. varios de los pueblos que habitaron este vasto territorio conformaron la llamada tradición de tumbas de tiro.  Por lo general estas tumbas eran construidas en terrenos cercanos a las faldas de los cerros o en lugares con sedimentos de materiales no muy duros, pero resistentes y fáciles de modificar. (Por ejemplo, el Tepetate). Los  tiros o pozos son circulares o cuadrangulares, tienen una profundidad de entre 1 y 22 metros y su diámetro o cada uno de sus lados no pasan de 1 m.
En términos básicos, una tumba de tiro consiste en un pozo o tiro vertical en cuya base se abre una o varias cámaras,  lugares con techo abovedado y piso plano, en donde los muertos y sus ajuares usualmente no eran cubiertos con tierra o piedras, es decir se conservaba el espacio hueco, mientras que el tiro era rellenado y la entrada a la cámara bloqueada con lajas de piedra, ollas o metates.
Dentro de ellas se colocaba, de acuerdo con el rango de los difuntos, una serie de ofrendas que normalmente reproducen en esculturas cerámicas la forma de vivir de aquellos tiempos. En figuras huecas de tamaño hueco o en las figurillas sólidas aparecen caciques en literas, guerreros, acróbatas, enfermos, mujeres con sus hijos, etc., en sinnúmero de posiciones y actividades. También se representaban animales, destacando los perros cebados o Xoloixcuintles, Jaguares, venados y otros diferentes tipos de aves, mamíferos y reptiles. (La región de Colima aporta particularmente hermosos ejemplares de fauna y flora en las representaciones artísticas).
Estas figuras de barro, popularmente conocidas como “monos”  son verdaderas obras de arte, consideradas por lo general como las piezas arqueológicas mejor preservadas del México antiguo; esto gracias a la condición de aislamiento a la que fueron sometidas por resguardarse durante miles de años en un espacio solido y seco a varios metros de profundidad.
Especial lugar ocupan las maquetas que nos indican cómo eran sus casas, sus templos e inclusive el juego de pelota, lo mismo que los conjuntos de figurillas que sobre una plancha de barro representan tanto festividades como juegos, danzas y escenas de la vida diaria. (Estas maquetas son características de las regiones limítrofes de Jalisco y Nayarit, principalmente de las zonas de Ixtlán del Rio, Amatlán de Cañas, Ahuacatlán, Jala, Tequila, San Sebastián, Ameca, Etzatlán, etc.)
De igual manera se incluían diferentes objetos en las tumbas, como artefactos de obsidiana (puntas de flecha, cuchillos), adornos de concha o pedernal; en algunos casos cobre; agujas, alimentos, innumerables ollas, platos, y vasijas de barro, metates, malacates, entre muchos otros objetos de uso diario. La cultura Nayarita de las tumbas de tiro se distingue por las maravillosas representaciones de mujeres muertas en el parto. Los antiguos mexicanos consideraban a estas féminas unas divinidades, (Los mexicas las llamaban Cihuateteo)  ya que la defunción suscitada por complicaciones en el parto era equiparada en iguales términos y honores con la muerte que estaba destinada a los guerreros: El perecer en combate. El parto y la guerra se consideraban dos luchas igual de importantes y sagradas.
Entre las ofrendas a los muertos depositadas en las tumbas de tiro sobresalen las esculturas cerámicas que figuran a mujeres y hombres en volúmenes sólidos y huecos. Estas imágenes de los ancestros constituyen el retrato de la sociedad mas humano del México antiguo.  (Sobresalen las figuras de los estilos Ixtlán, Ameca, figuras del rescate del proyecto hidroeléctrico el cajón, y las de la tumba del cementerio prehispánico de “Las Cebollas”, comunidad de Tequilita, municipio de San Pedro Lagunillas, entre muchas otras mas….).  Todas estas muestras de alfarería y demás objetos tenían la misión de servir y “acompañar” al difunto por el largo travesío que tenia que cubrir para llegar al Mictlan, lugar de los muertos….

ESTRUCTURA SIMBOLICA Y RELIGIOSA
Es común encontrar panteones enteros con este tipo de sepulturas, como el cementerio de “Chapula”, municipio de Xalisco (Enfrente de las instalaciones de la facultad de agricultura de la UAN y la UT), “Las Cebollas”  municipio de San Pedro Lagunillas, o  Zacualpan, municipio de Compostela; solo por mencionar unos cuantos ejemplos.  En algunos casos, se construyeron centros ceremoniales o asentamientos de carácter religioso alrededor o en las cercanías de los panteones de tumbas de tiro, siendo la representación más famosa el sitio arqueológico de los Guachimontones, en el municipio de Teuchitlan, Jalisco.
Es interesante notar la funcionalidad práctica del diseño de las tumbas de tiro, puesto que permitía la reapertura de los espacios para realizar, entre otras prácticas, el entierro de los difuntos. Se han encontrado familias enteras cuyos miembros no fallecieron al mismo tiempo, por lo que algunas tumbas fueron utilizadas en varias ocasiones. Lo mas importante de todo es destacar el simbolismo religioso de las tumbas de tiro.: Su forma remite a una matriz materna, en tanto que una abertura estrecha, a manera de vagina, conduce a un espacio abovedado -el útero- que serviría de morada eterna a los difuntos, sugiriendo la idea de un retorno al origen o tal vez de un renacimiento.
En Mesoamérica las tumbas de tiro pueden considerarse exclusivas de la región occidental, pues en las otras regiones sólo se localizan algunos ejemplos aislados. En cambio, son frecuentes en Colombia, Ecuador y Perú, lo cual sumado a las similitudes estilísticas e iconográficas con el arte cerámico mortuorio, indica contactos desde las fechas tempranas entres esas dos áreas lejanas.

SAQUEO Y DESTRUCCIÓN
Desde tiempos inmemorables estos interesantes vestigios arqueológicos han sido profanados por coleccionistas, traficantes o “buscadores de tesoros”.  Ya en el siglo XIX el explorador Karl Lumholtz  informó que existían personas cuyo oficio era saquear tumbas precortesianas, siendo conocidos desde ese entonces como “Moneros” (termino que persiste hasta la actualidad). Como ejemplo de tan lucrativo negocio, se sabe que en Austria existen varias piezas de alfarería nayarita, procedentes de la colección privada que reunió el desdichado Emperador Maximiliano I de México. Irónicamente estas piezas arqueológicas (junto con otras procedentes de diferentes regiones del país)  fueron algunas de los pocas pertenencias que acompañaron al cadáver de Maximiliano a Europa, como si de una extraña manera cumplieran el cometido por el que fueron creadas: Seguir al difunto en una larga y triste travesía hasta su destino de descanso final…..
Actualmente muchas tumbas son destruidas por los campesinos, al temer que sus tierras sean expropiadas por la federación, otras son saqueadas por las obras de arte que contienen, y otras se pierden simplemente por ignorancia o falta de valoración…..El tráfico de arqueología es severamente penado por la ley, aunque esto no merma el saqueo y el comercio ilegal de tan maravillosos vestigios históricos.
Parte de la historia y de la identidad nayarita se desarrollan en su pasado indígena precortesiano. La cultura de tumbas de tiro representa ese aspecto diferente que tiene Nayarit con otros lugares del país. La cosmovisión de los antepasados indígenas resulta bastante interesante de conocer, ya que en ella se encierra  arte, religión, tradición, filosofía e idiosincrasia de toda una época milenaria. En los sitios arqueológicos abiertos al publico, museos y bibliotecas se puede obtener mucha mas información sobre esta interesante particularidad histórica de nuestro estado.

BIBLIOGRAFIA
Gutiérrez Contreras, Salvador (2001) Los Coras y el Rey Nayarit. II edición. México: IMPRE-JAL
Hernández Díaz, Verónica (2010) El culto a los ancestros en la tradición tumbas de tiro. Arqueología Mexicana, 18(106),41-46.
Schöndube B., Otto (1998) El occidente de México. Arqueología Mexicana: México antiguo. Antología, 1, 156-163.

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